Ciclo de Conferencias de la Asociación Cultural Alcorcon Siglo XXI
Premios de Novela Alcorcón Siglo XXI
II Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
III Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
I Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
Conferencia de Ely del Valle en Siglo XXI
Conferencia en Siglo XXI de D. David Pérez García
Conferencia: los excesos de comida en las fiestas navideñas

Opinión

          Resulta curioso y, sobre todo, difícil, muy difícil de entender cómo el PSOE se ha convertido (formación que desde sus orígenes había tenido el orgullo de ser un grupo compacto socialdemócrata) en una diversidad de factores nada unidos; en una atomización política que ya venía dando muestras desconcertantes de desencuentros entre sus miembros -qué bien lo entendió Rosa Díez- desde la llegada de Zapatero a la Presidencia de la Nación. Desde luego esos desencuentros y divisiones internas socialistas estuvieron ciertamente contenidos mientras vivió Rubalcaba; como si él mismo mandara la barca de su partido en un mar revuelto.

             Pero una vez muerto este señero líder del partido; que se las arreglaba muy bien para que las figuras contestatarias del PSOE no figuraran mucho en los medios de comunicación. Una vez muerto él, digo, el desconcertante Pedro Sánchez comenzó con prontitud -“astuto coach”- a hacer de las suyas, desconcertando a muchos de los de la calle Ferraz y procurando que el socialismo en sí no fuera tanto un vecino de dicha calle y sí un grupo formado por un conjunto de adláteres suyos que se fijaran más en la Moncloa, con él mismo como líder absoluto del cambio consubstancial que venía proponiendo.

            Hace unas fechas publicaba el diario ABC, en su sección de Cartas al Director, un escrito firmado por el General retirado D. Luis Palacios Zuasti, sobre un atentado cometido por la banda ETA en el Cuartel de Loyola en San Sebastián hace treinta años, mientras se celebraba un acto de Jura de Bandera en el citado acuartelamiento, sede del Regimiento de Infantería “Tercio Viejo de Sicilia” numero 67, que me ha llevado a escribir este artículo sobre los Regimientos Españoles, que forman parte de la Historia de España en general y de la Historia Militar en particular, ya que este es de los tres más antiguos de España, junto con el Regimiento de Infantería Soria número 9 y el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey número 1.

            Comenzaremos por el más joven de los tres, cuya creación se debe a una orden que da el Rey Carlos I al virrey de Nápoles, del 23 de Octubre de 1535, para que forme un Tercio, que se llamaría Tercio de Sicilia y que se inicia con 1.800 hombres divididos en doce compañías, completándose en el año 1536 hasta 3.200 hombres bajo la dirección del Maestre de Campo D. Jerónimo de Mendoza, que lucharía en las diversas contiendas que en aquellas fechas se dirimían en Europa, participando también en la batalla de Lepanto. Tomó parte en la guerra de la Independencia, siglos más tarde, con notables intervenciones en la batalla de Bailen o en la defensa de Cádiz y Valencia. Fue reconstruido en 1824, tomando el nombre de Regimiento de África número 6, recuperando su nombre antiguo en el año 1893 de Regimiento de Infantería Sicilia número 6. Igualmente, en el siglo XIX intervino en las luchas dinásticas, en la Guerra de Marruecos y en la Guerra de Cuba, convirtiéndose en el año 1931 en el Batallón de Montaña número 6, al que se unió el nombre de Sicilia cuatro años más tarde. En el año 1936 estaba de guarnición en Pamplona, siendo una de las unidades principales del general Mola durante la contienda, sufriendo después del año 1939 varias modificaciones en su nombre y es en el año 1984, en la celebración de su 450 aniversario cuando recupera su antiguo nombre de Regimiento de Infantería Ligera “Tercio Viejo de Sicilia” numero 67, estando hoy encuadrado en la Brigada Extremadura X, dentro de la División San Marcial.

          Quizá haya personas que se sobrepasen con Gabilondo -que si es soso, poco comunicativo e, incluso, algo voluble-; sí, pero sus tribulaciones se las ha buscado él solito. Tal vez no lo haya pretendido, pero por su forma de ser y estar incluido en una formación como la del PSOE, todo lo que se va a encontrar en las elecciones madrileñas del 4-M van ser obstáculos de destacada magnitud. Obstáculos de esos que eluden, en las deportivas competiciones, los atletas que no se encuentran en idónea forma para participar.

       Esta situación, desde luego, de verse como cabeza de lista por su formación política en dichas elecciones, puede ser -repito- que no la haya perseguido Gabilondo. Pero si es verdad que se avino con Aguado (como supusieron los observadores políticos tras lo de Murcia) para tratar de expulsar a Ayuso de Madrid; no es menos cierto que lo que le impulsó a esa decisión, tras consultar con sus líderes políticos, fue el beneplácito que éstos le concedieron para que pactara con Cs y llevara adelante la codiciosa tarea de ser los dos partidos una coalición sustitutiva del PP en la comunidad de Madrid.

             La Cuaresma va llegando a su fin y nos asomamos a la Semana Santa. El próximo domingo entraremos en el domingo de Ramos, a los dolores de la Pasión y al Domingo de Resurrección nuestra esperanza y alegría. Esta Semana Santa, a pesar de la situación, será mejor que la del pasado año que nos tuvo confinados en casa, pero también estará llena de carencias. Como en la anterior faltaran muchas cosas y tampoco tendremos procesiones. El gobierno las prohíbe “para protegernos”, aunque tolera grupos de 500 personas vociferando consignas. Los templos seguirán con aforo limitado o incluso cerrados por orden gubernamental “para protegernos” aunque no limiten el aforo a las rebajas en El Corte Inglés o las compras de Mercadona, ni cierren el aeropuerto a los extranjeros que vienen a divertirse en un país claramente menos estricto que el suyo.  ¡Qué situación tan triste! Hemos visto como mueren miles de españoles ante la impotencia de los sanitarios y la indiferencia de un gobierno que acaba de “regalarnos” una ley de eutanasia que nadie le pide pero que junto al aborto va configurando su cultura de la muerte.  Que tristeza para los cristianos que vemos como quieren relegarnos al silencio de la catacumba, a la desaparición de nuestros signos religiosos mientras siguen derribando cruces y promulgando leyes que prohíben expresarse y manifestar nuestra fe.  Es la persecución. La que hubo antes, la que hay ahora y la que habrá mañana, mucho me temo que aumentada.

            Hace unos días, contemplando en la televisión una película norteamericana, se daba en la misma una escena, en la que se proyectaba la rendición de honores a un honorable militar de la marina que había fallecido y en el acto que se desarrollaban en el cementerio, después de las oraciones que dijo el sacerdote que oficiaba el mismo, sonó, interpretado por una Banda de Música Militar el toque de oración.

           Esta escena me recordó la procedencia de este toque, que tuvo su origen en los ejércitos españoles y que se desarrolló de la siguiente forma:

          En el año 1.503 estalló la segunda guerra de Nápoles entre los ejércitos de España y Francia, produciéndose dos grandes batallas, que obedecen a los nombres de Ceriñola y Garellano; la primera celebrada en ese pueblo italiano, en lo que hoy es Cerignola provincia de Foggia en la región de Apulia, que entonces era una pequeña villa y hoy es una ciudad de cerca de 60.000 habitantes, y la segunda que se sostuvo en el rio Garigliano los días 28 y 29 de Diciembre del mismo año.