Ciclo de Conferencias de la Asociación Cultural Alcorcon Siglo XXI
Premios de Novela Alcorcón Siglo XXI
II Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
III Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
I Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
Conferencia de Ely del Valle en Siglo XXI
Conferencia en Siglo XXI de D. David Pérez García
Conferencia: los excesos de comida en las fiestas navideñas

Lara de Tucci

 En una homilía que le escuché al actual obispo de Getafe, Mons. Joaquín María López de Andújar, dijo una frase que se me quedó muy grabada: “la compleja realidad y mentalidad del hombre”. Esta frase me vino a la memoria el pasado día 10 de este mes de diciembre, cuando Laura Pontes, invitada por nuestra Asociación Cultural Siglo XXI, pronunció la acostumbrada charla-coloquio “Nuestros concejales más cerca”; que esta vez, en lugar de ser en nuestra sede, se desarrolló en el Centro Cultural “Miguel Ángel Blanco”, hasta hace poco llamado “Siete Ojos”.

 Laura, concejala de Seguridad y Movilidad, en un momento determinado de su intervención le comunicó al auditorio -de ahí mi recuerdo de la frase del Sr. Obispo-, “que nadie se podía figurar, ni yo misma tampoco, hasta que fui nombrada para este cargo, lo complicados que somos los humanos; comprobado esto, dados los casos tan desconcertantes que viven los agentes de seguridad. Pues hay ocasiones en que éstos no cuentan con el apoyo necesario en el desempeño de sus funciones por parte de sectores de la ciudadanía”. Refiriendo para abundar en ello que hay padres, cuyos hijos son llamados a corregirse del vandalismo u otros actos incívicos, que se encaran a  la Policía al no aceptar corrección alguna para sus díscolos vástagos. Al respecto, alguien del público asistente le comunicó a la concejala, en el turno de ruegos y preguntas “Que tal cosa se debía seguramente al exceso de libertades públicas. Pues lo mismo se peca por exceso que por defecto”.

 En lo referente a los agentes de seguridad, esta concejala resaltó, muy orgullosa, la extraordinaria profesionalidad, el compromiso y la loable entrega en el servicio a los ciudadanos que muestran tanto los miembros de la Policía nacional, los de la Policía local de cercanía o de barrio, como los de Protección Civil. Una especial mención tuvo para estos últimos, por cuanto son voluntarios que actúan desinteresadamente, solo llevados por su espíritu solidario en favor de sus semejantes.

 Por otra parte, resaltó, felicitándose, la coordinación que los mencionados tres cuerpos, conjuntamente con el de los bomberos, han conseguido entre sí en beneficio del ejercicio de sus funciones gracias al empeño puesto en ello por los actuales ediles municipales; una coordinación que antes no se alcanzó plenamente, y eso era de lamentar, por inexplicable dejadez política.

 Habló por otra parte largo y tendido la concejala de Seguridad y Movilidad de otros temas de los que es responsable ante los ciudadanos. Y de estos solicitó muy encarecidamente que se involucraran en el correcto empeño de conseguir una sociedad mejor, denunciando cualquier anomalía que observaran tanto en la vía pública (hay 38 puntos  localizados en Alcorcón donde se sospecha que trapichean con droga), como en las comunidades de vecinos. Para ello tranquilizó a todos asegurando que los eventuales denunciantes siempre quedarán en el más estricto anonimato.

 Laura Pontes demostró que está dotada de sensibilidad al explicar que, en el apartado de las sanciones por las faltas que se cometen contra las ordenanzas municipales, como pueden ser los incumplimientos de las normas de tráfico, o contra las leyes establecidas, nunca actúa  -“de ninguna manera”, fueron sus palabras- con fines recaudatorios no obstante la precariedad de recursos monetarios que tiene el Ayuntamiento.

 Entre sus objetivos principales hay un par de ellos que le son de absoluta prioridad; tanto, que Laura los llamó los objetivos estrella de su cometido de concejala. El primero es el adiestramiento de los niños, por parte de la Policía y los bomberos en colegios y otros lugares apropiados, para que sepan actuar adecuadamente y con arreglo a sus cortas edades y a su poco alcance, ante emergencias de más o menos gravedad, como pueden ser los incendios, averías en pisos y edificios, abusos por parte de desconocidos, la educación vial, etc.

 Y el segundo, algo en lo que se mostró especialmente ilusionada: el de los desfibriladores para socorrer en el acto a quienes sufran un infarto. Según ella ya hay catorce disponibles en polideportivos -adiestramiento de los trabajadores incluido- y en otros lugares de afluencia pública. Pero su obsesión y la de todo el equipo del PP que gobierna en Alcorcón es la de instalar muchos más: todos los que hagan falta en prevención de la salud de los alcorconeros. Incluso abrigan el empeño de adaptar dichos desfibriladores  cuanto antes en vehículos municipales y de la policía, incluidas las motos, en un alarde de comprometida apuesta por la seguridad de todos.

¡Muy felices Navidades!