Ciclo de Conferencias de la Asociación Cultural Alcorcon Siglo XXI
Premios de Novela Alcorcón Siglo XXI
II Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
III Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
I Certamen de Pintura Alcorcón Siglo XXI
Conferencia de Ely del Valle en Siglo XXI
Conferencia en Siglo XXI de D. David Pérez García
Conferencia: los excesos de comida en las fiestas navideñas

          La Iglesia Católica ha celebrado hace pocos días la fiesta de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, más conocida por la abreviatura del Corpus Christi, que fue instaurada hace ocho siglos, convirtiéndola en una de las más antiguas de la Iglesia. La historia de la institución de esta fiesta data del siglo XIII, empezando por un sacerdote de la ciudad de Praga, al que le atormentaba la pérdida de su fe y más concretamente la duda que le suscitaba sobre la presencia de Cristo en el Pan y en el Vino de la Eucaristía. Con estas dudas y el deseo de encontrar la verdad, emprendió un viaje a Roma, que le llevaría, tras mil kilómetros de peregrinación, a orar ante las tumbas de los Apóstoles San Pedro y San Pablo y escuchar la Santa Misa que el Papa celebraba en la Catedral de San Juan de Letrán, tras la cual emprendería el regreso hasta su tierra. Tras salir de Roma llegó a la pequeña ciudad de Bolsena, situada al lado del lago del mismo nombre, donde ofició la Santa Misa en la Iglesia de Santa Cristina, y fue allí donde al celebrar la consagración y alzar y partir la Sagrada Forma empezó a manar sangre de ella, manchando el mantel sobre el que oficiaba y el piso de mármol. Esta era la prueba que Dios le enviaba sobre sus dudas, el corporal quedó manchado de sangre para siempre y avisado el Papa Urbano IV, que residía en ese momento en la cercana localidad de Orvieto, situada a pocos kilómetros de Bolsena, se interesó por este milagro, ordenando al fraile franciscano San Buenaventura su estudio y la interrogación al citado sacerdote sobre lo acontecido, manifestándole este aquellas dudas que le aconsejaron el viaje y todos los hechos acaecidos.

 

            El Corporal se llevó a Orvieto donde se mandó construir una Catedral, para en ella guardar el citado Corporal, y el Papa instituyó el 12 de Agosto del año 1264 la festividad del Corpus, encargando al fraile dominico Santo Tomas de Aquino la liturgia correspondiente para su celebración, componiendo entre otras piezas musicales para la ocasión, el Tantum Ergo y el Pangue Lin Gua, que hoy, varios siglos después, siguen sonando en las ceremonias de la Iglesia. Años después el Papa Clemente V en el Concilio de Viena en el año 1311, sería el encargado de dar las normas para que se realizaran las procesiones en el interior de los templos y después es el Papa Juan XXII el que seguirá dando nuevas normas sobre la festividad, siendo a mediados ya del siglo XV, en el año 1447, el Papa Nicolas V el que saca por primera vez a la calle la Sagrada Forma, siendo por tanto el precursor de las procesiones que hoy se realizan en todo el orbe cristiano.

          La fiesta se celebraría el segundo Jueves después del Domingo de Pentecostés, aunque en nuestros días, en muchos países la fiesta se ha trasladado al siguiente Domingo después del citado de Pentecostés, siendo España uno de esos países, aunque todavía hay ciudades y pueblos donde el acontecimiento se sigue celebrando en Jueves, por ejemplo en la cercana capital de Toledo, donde la fiesta se convierte en la principal de la ciudad y su provincia, acudiendo miles de personas para ver la famosa custodia de Arfe, realizada por el maestro platero Enrique de Arfe en los primeros años del siglo XVI, con una altura de dos metros y medio y doscientos kilogramos de peso, procesionar por las calles de la Ciudad Imperial, siendo acompañada, siguiendo la tradición de muchos años, además de por muchas instituciones, por los Alumnos de la Academia Militar de Infantería de Toledo, que junto con la escolta de la carroza, cubren carrera en la procesión, cerrando la misma con un piquete y su gran Banda de Música.

              La Catedral de Orvieto, bajo la avocación de la Asunción de Nuestra Señora, fue mandada construir por el Papa Urbano IV y es una obra maestra del gótico italiano , comenzando en el año 1290, con el fin de buscar un lugar digno al Corporal del Milagro de Bolsena, partiendo de unos planos de Fray Bevignate de Perugia y tras su inicio siguió con la construcción el arquitecto de Siena Lorenzo Mailani, que fue el diseñador de su preciosa fachada, siendo el interior de planta basilical con tres naves, estando cubierta la nave principal con armaduras de madera, y en la que naturalmente la obra más valiosa se corresponde con el relicario del Corporal, y entre sus capillas destaca por sus pinturas la de San Bricio. Hermosa esta Catedral de la ciudad de Orvieto, situada al norte de Roma, a ciento veinte kilómetros de la misma, que merece la pena visitar, para contemplar su célebre reliquia.