Madrid se viste de Navidad para celebrar estas fiestas. Belenes, árboles de navidad, escaparates con adornos navideños, luces y mercadillos por las calles y plazas para ofrecer al público por unos días una ciudad mágica. Una de las estampas más navideñas de Madrid son los puestecillos de la Plaza Mayor que navidad tras navidad llenan esta plaza de color y emociones para todos los visitantes.
Los mercados de navidad tienen su origen en Europa durante la Edad Media. Seguramente el más antiguo está en la ciudad de Bautzen del siglo XIV y Dresde en el siglo XV en Alemania. Al principio estos mercadillos eran una forma de cobijarse y resguardarse de los fríos inviernos. En ellos se servían bebidas calientes como el vino. Estos mercadillos abastecían de carne y otros productos a los ciudadanos para el duro invierno.
El mercadillo de la Plaza Mayor de Madrid es un clásico y es una visita obligada ya que es seguramente el más antiguo y también el más popular. Año tras año se instalan puestos en ella donde se venden todo tipo de adornos navideños. El actual mercado de navidad está relacionado con el origen de esta plaza, la cual surge fuera del recinto amurallado para evitar pagar un impuesto. Incluso las calles aldeanas a la plaza tienen el nombre de las mercancías que se vendían en el pasado. A lo largo de la historia esta plaza se ha convertido en protagonista de la historia de Madrid. Durante la Dinastía de los Austrias había un mercado navideño en la plaza de Santa Cruz, plaza muy próxima a la Plaza Mayor. Tradicionalmente fue un espacio donde se vendían productos frescos para estas fiestas, pero fue a partir del siglo XIX donde se regula este comercio navideño ya que se había ido extendiendo hasta la Plaza Mayor. La venta de turrones, mazapanes y otros dulces, pavos, pollos, capones procedentes de granjas se instalan en la Plaza Mayor. Con el paso de los años se podía encontrar cualquier producto alimenticio relacionado con la Navidad en la Plaza Mayor junto a los belenes, zambombas, árboles.... Se hacen regulaciones para ubicar los puestos en función de la especie que se vendía. A mediados del siglo XX se suprime la venta de alimentos en la plaza. En la actualidad la Plaza de Santa Cruz y la Plaza de la Provincia acogen las casetas con artículos de bromas para estas fiestas, y la histórica Plaza Mayor los artículos propiamente de la Navidad. De forma temporal se trasladó este mercadillo navideño a la Plaza de Santa Ana por obras en el aparcamiento. Y en los años 80 se sustituyen los antiguos puestos por unas casetas.
Hoy estas vistosas casetas son de color rojo, muy navideño, y con un tejado triangular como el de las cabañas, con ventana iluminada, dando a la plaza un aire más navideño. En total son 104 casetas. Esta tradición se mantiene hoy gracias a la “Asociación del Mercado Navideño de la Plaza Mayor”. Con motivo del IV Centenario de la Plaza Mayor la iluminación será estas navidades del 2017 y 2018 más especial en este recinto.
Una imagen que aún guardamos muchos en la memoria es la escena de la película “La gran familia” de los años 60 donde el abuelo, Pepe Isbert, pierde a su nieto Chencho en esta histórica Plaza Mayor.