EL MIRADOR - Antonio Martín Beaumont
El Semanal Digital - 4 de junio de 2011
Este pasado jueves acudí a Valladolid a una convocatoria de El Semanal Digital. La ciudad está espléndida. Cada vez la encuentro más bella y cómoda. Da gusto. No me sorprende la abrumadora mayoría que ha obtenido el 22 de mayo su popular alcalde, Javier León de la Riva.
Cuando a la política se imprime sentido común, que es pura inteligencia, los resultados florecen.
Si, además, a ello se une la sensibilidad suficiente como para estar cerca de los problemas que de verdad afectan a los ciudadanos, surge la buena gestión y los votos llegan a las urnas. Y ello, pese a que algunos sigan emperrados en montar campañas extravagantes, armando tormentas en vasos de un agua que cada vez tragan menos los españoles.
No quiero dejar pasar la ocasión, metidos ya en el fin de semana, hacer una mención especial al restaurante de la vecina Simancas, donde la amabilidad de mis amigos vallisoletanos me llevó a medio día: PATIO MARTÍN (Las Tercias, 2. Simancas-Valladolid).
Se lo recomiendo: mucho placer, un sabor todavía en mi boca extraordinario... y un recuerdo en mi mente bien grato.
¡Qué tortilla! ¡No se la pueden perder! ¡Cómo estaban la morcilla y la carne a la brasa de la leña de encina! Todo, además, bien regado con vino tinto Gotín del Risc de El Bierzo, en una casa castellana del siglo XVI, rehabilitada con enorme gusto, cerca de la Iglesia de Simancas.
He de confesar que los excelentes postres, todos caseros, que ofrecieron ya no me atreví a hincarles el diente. Mi figura me lo prohibe y me conformé con el café de puchero. Aunque, al lado, mi amigo Fernando Letamendía, curtido en la montaña, se comió una cuajada que decía a gritos !pruébame!
Y aunque lo haya dejado para el final, para mí, desde luego, es lo de mayor importancia: la amabilidad de Jesús Martín, Cesi Cabello y Beatriz Martín. La familia "culpable" de este lujo de restaurante.