MINISTROS Y MUCHOS ESPONTÁNEOS
El Semanal Digital - 17 de enero de 2012
Arropado por los aplausos de los vecinos congregados y por el sonido de las gaitas, Manuel Fraga fue enterrado este martes. El expresidente de la Xunta descansa ya en el cementerio de Perbes, en Miño (La Coruña), junto a su mujer, Carmen Estévez, tras el adiós de los vecinos y autoridades, encabezadas por el jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Los restos mortales del expresidente gallego recibieron sepultura tras una ceremonia íntima, que se prolongó algo más de una hora y que concelebraron el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el Padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, y otros 14 sacerdotes.
El cortejo fúnebre llegó a la iglesia parroquial de San Pedro y fue recibido entre aplausos, así como el Himno del Antiguo Reino de Galicia interpretado por la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense. Sobre el féretro, que portaron sus nietos, se colocó una bandera de Galicia.
Entre las autoridades que asistieron a la ceremonia están el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; los ministros de Sanidad, Ana Mato, Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y Fomento, Ana Pastor; el expresidente del Gobierno José María Aznar junto con su esposa, Ana Botella; así como el presidente asturiano, Francisco Álvarez Cascos; el alcalde de Lugo, José López Orozco; o el exregidor de La Coruña y exembajador de España en el Vaticano, el socialista Francisco Vázquez.
La pequeña parroquia de medio millar de habitantes del municipio costero vio trastocado su ritmo habitual. Y es que a pesar de que los familiares de Fraga manifestaron su deseo de celebrar una ceremonia íntima, fueron muchos los que se acercaron para dar el último adiós al expresidente de la Xunta y se habilitaron hasta cinco aparcamientos para particulares y otro en el entorno del cementerio para autoridades.
Comprensiva, una de las hija de Fraga, la europarlamentaria del PP Carmen, quiso dirigirse a los periodistas al término de la ceremonia para explicar que, aunque "esto es algo nuestro", "entendemos que la gente lo admira y queríamos compartirlo". Por eso agradeció la presencia de "muchos amigos, políticos y no políticos" en el acto.
Con los ojos enrojecidos y en sus manos una bandera española y otra gallega que cubrieron el ataúd de su padre antes de recibir sepultura, describió la jornada como muy dura y explicó que su padre "vino finalmente a donde quería venir, a descansar en Galicia con su mujer". Asimismo, sobre la ubicación escogida para el descanso de sus padres, recordó que "en Perbes vivimos muchos años felices".
Por último, confesó que hablaba desde la paz, "pero también desde el más profundo dolor", y se dirigió a los vecinos para darles las gracias por su presencia y se abrazó entre lágrimas a Corina Porro, presidenta del Consejo Económico y Social y la que fuera consejera de Fraga, cuyo llanto terminó por romper su compostura.
Por su parte, Andrés, uno de los nietos del fundador del PP confesó que lo recordarán como "una persona familiar y cariñosa, más allá del personaje público" que constituía Manuel Fraga. Una de sus primas, Adriana, fue la encargada de leer un texto durante la eucaristía de despedida de su abuelo, en la que fue una ceremonia "muy emotiva y familiar", según destacó.