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EL DESPROPÓSITO CONTINÚA

Con sus palabras, terminó de confirmar, tras reunirse con su homólogo alauita, lo que ya toda España intuía: que al Gobierno lo que más le preocupa es no enfadar a Marruecos.

El Semanaldigital - 16 de noviembre de 2010

Ni luz, ni mucho menos taquígrafos. La reunión y posterior almuerzo que este martes mantuvo Alfredo Pérez Rubalcaba con el ministro del Interior de Marruecos, Taib Cherkaui, se desarrolló en medio de un descarado "apagón informativo", como lo definió la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

No hubo comparecencia conjunta posterior ni tampoco comunicado de prensa. Sólo alguna foto para que quedara constancia del encuentro y un par de datos ofrecidos por el Gabinete del vicepresidente primero. Rubalcaba, flamante portavoz del Gobierno, se quedó mudo. Él, que habitualmente lidia cualquier asunto que le pongan delante -salvo el GAL, del que huye como de la peste-, tuvo que esconderse esta vez.

Pero, ante las críticas de la prensa al cerrojazo informativo, el Gobierno tuvo que recular y, finalmente, Rubalcaba convocó una rueda de prensa para las seis y media de la tarde con apenas dos horas de antelación. Con el fin de "explicar la reunión". En ella, el vicepresidente afirmó que había trasladado a su homólogo la "preocupación grave" del Gobierno y de las fuerzas políticas españolas por las acusaciones que se estaban produciendo contra los medios de comunicación españoles.

Según él, Taieb Cherkaoui le había dado una explicación "detallada y minuciosa" que "refuta" las acusaciones y también había adquirido el "compromiso" de investigar todas las dudas y datos que preocupen al Gobierno español. Sin embargo, al ser preguntado en dos ocasiones si daba por buenas estas explicaciones, Rubalcaba no lo aclaró. Ni tampoco condenó el asalto al campamento.

También aseguró que las conversaciones a "alto nivel" con el Gobierno marroquí han permitido al Ejecutivo español trasladar una propuesta en relación con la prensa, que no quiso especificar, aunque añadió que "se puede imaginar en qué dirección camina", en referencia a la reclamación de la prensa española de poder acceder al Aaiún para poder informar. "Esperamos una respuestas en los próximos tiempos, días", apostilló.

La reunión entre Rubalcaba y Cherkaui estaba cerrada desde antes de que Marruecos asaltara por la fuerza el llamado Campamento Esperanza (situado a las afueras de El Aaiún), en respuesta al viaje que el número dos del Ejecutivo realizó en verano a Marruecos para poner paños calientes a la crisis desatada en la frontera de Melilla. Aun así, el Ejecutivo podía haberla aplazado, como así se lo pidió la oposición y varias ONGs, pero se optó por mantenerla.

Ambos hablaron, según el entorno del también ministro del Interior, del refuerzo de la cooperación entra las policías de ambos países. El equipo de Rubalcaba ni siquiera quiso aclarar si el Sáhara había salido a colación, aunque no es difícil imaginar que sí.

A pesar de que los socialistas se han puesto de perfil, no todos están dispuestos a seguir con los brazos cruzados. Este martes, la Liga Española Pro Derechos Humanos -una ONG- presentó en la Audiencia Nacional una querella criminal contra tres ministros marroquíes y el gobernador de El Aaiún por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos el 8 de noviembre pasado en el campamento Gdeim Izik, como adelantó la semana pasada este periódico. Piden además que declare en esta causa la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, para que detalle el conocimiento que tuvo de estos hechos y las medidas que el Gobierno va a tomar al respecto.